El antes y después de un recibidor
A veces sólo hace falta un poco de ingenio para dar vida a un recibidor bonito y práctico. De hecho, esto fue exactamente lo que sucedió en este recibidor que en una primera instancia intentaba ser un escritorio. Si bien fue una buena idea, no ayudaba a generar un espacio agradable a la vista.
Para lograr un mejor uso de este espacio se construyó un placard el cual no sólo es perfecto para almacenar zapatos y diferentes elementos, sino que además es ideal para esconder las llaves térmicas.
Para completar el espacio sólo se necesito de un banco. Por su parte, el gancho colocado a uno de los costados del mueble, agrega más espacio de colgado.
Imágenes vía: Decoración retro