El bebé está por llegar a nuestras vidas y para recibirlo nada mejor que contar con un dormitorio perfectamente ideado y decorado. Para ayudarte a lograr el cuarto perfecto, te dejamos una serie de consejos. Esperamos que te sirvan!

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La iluminación: En líneas generales se aconsejan dos tipos de luces: una en el centro del techo, y otra, más tenue, que puede ser brindada por un velador o lámpara de pie. Esta última, puede ser utilizada en el caso de que el bebé necesite cuidados durante la noche, sin tener que ser incomodado con la luz más fuerte. Una luz tenue puede ayudar también al bebé a que concilie mejor el sueño.

Los colores: Hace tiempo ya que se dejaron a un costado los tonos clásicos como el azul para niños y el rosa para las niñas. En la actualidad tonos como el beige, el amarillo claro, e incluso algunos más vibrantes como el turquesa o el fucsia pueden formar parte de este espacio. En este punto es importante tener en cuenta que para los bebés de la casa, se recomiendan los colores más suaves, que revelan tranquilidad, razón por la cual los colores viobrantes deben ser usados en dosis pequeñas.

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Las cortinas: Son elementos necesarios para controlar la entrada de luz natural durante el sueño diurno del bebé. Se recomienda las de materiales que no atrapen mucho polvo.

El mobiliario: Cuanto más sencillo sea el mobiliario de la habitación, mejor. Al principio, el bebé necesitará de una cuna, un armario y un cambiador.  }También será de utilidad una silla para la persona que lo cuide.  Luego, sería conveniente que tuviera un baúl o una repisa para los juguetes, una silla y una mesita de actividades.  La posición y distribución de los muebles son muy importantes porque van a determinar la practicidad a la hora de usarlos. Otra cuestión en la que reparar es el uso de los muebles cuando el niño vaya creciendo. Lo mejor es decantarse por muebles que puedan acompañar el crecimiento del bebé para no tener que deshecharlos.

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Fuentes: Guía infantil, Arqhys y Hola

 
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