Dormitorio unisex para hermanos

Esta habitación fue pensada para dos hermanitos que se llevan poco más de 11 meses, que son de diferente sexo pero que sus actividades escolares, sociales y lúdicas todavía son muy similares debido a su corta edad de 4 y casi 5 años.

Espacio de guardado

El dormitorio carecía de lugares de guardado para la enorme cantidad de juguetes que tenían. Para ello se generó por debajo de las ventanas un mueble que ocupa todo el fondo de la habitación y juega las veces de cabecera de ambas camas. El sector central se convierte en escritorio que por debajo tiene cubos multifunción con tapa y ruedas, los cuales se pueden utilizar como mesitas de apoyo,  bancos o simplemente como lo que son, lugares de guardado. A cada niño se le destinó un color para sus juguetes personales (violeta la niña y azul el varón) y amarillo y verde para los juguetes compartidos.

Blanqueria infantil a medida

Los cubrecamas se trabajaron en patchwork generado por la combinación de un género estampado de base blanca, el verde manzana, el amarillo, y azul náutico para el varón y violeta para la mujer, el mismo género con un pequeño cambio que los diferencia a través de un tercer color. El patchwork dió paso a la combinación de estos colores y de un composé escocés y otro de insectos que lograron un ambiente divertido y fresco.
Ambos cubrecamas son reversibles y posibilita crear ambientes más veraniegos (predominio del verde) o más adecuados al invierno (predominio del azul y/o violeta), en los almohadones se utilizó el mismo criterio reversible y  se buscó a través de pequeños detalles en la confección distinguir al varón de la niña, utilizando zig-zag para las terminaciones femeninas y cinta al bies para las terminaciones del varón.

Cortinas y Repisas

Sobre las ventanas se generó un bandó aplicado sobre el taparrollos que abarca todo el fondo de la habitación y acompaña los cortinados blancos de muselina de ambas ventanas. En cada rincón se construyeron tres repisas esquineras con los cantos pintados en los tres colores de uso, como se repite en las dos repisas laterales (herencia de sus papás cuando eran niños) dos casitas compartimentadas para la pared de la niña y un camión compartimentado para el sector del varón. Todas las repisas fueron recicladas por los papás y pintadas entre todos los miembros de la familia incluyendo al hijo mayor de 12 años, cosa que enriqueció más aún el trabajo. La participación de los chicos y los papás le dió un valor agregado al cambio y aportó a la integración de los chicos a este cambio. Fue la idea principal buscar que aunque juntos hubiera una individualización y en la similitud también se viera la diferencia a través de los colores y los detalles.

Escrito por Lilia Cardala. Decoradora. decocardalda@hotmail.com