El proyecto DIY de hoy estoy segura que les encantará. ¿Cuántas veces han querido cambiar las aburridas lámparas de techo? Esta vez no hay excusas. Con muy poco gasto podemos darle un aire renovado a nuestros ambientes. Tomen lápiz y papel y anoten los materiales necesarios: una pantalla de esas que son más anchas abajo que arriba -puede ser nueva o no-, un poco de alambre fino, pegamento universal y papel de seda, de arroz o similar.

El primer paso es dejar sólo el esqueleto de la pantalla y girarlo ya que lo emplearemos al revés (la circunferencia más ancha arriba). Una vez que lo tenemos debemos dar dos vueltas de alambre a su alrededor en diferentes alturas, haciendo un pequeño nudo en cada vara vertical, para luego de allí colgar las cintas.

Lo siguiente es cortar el papel. Tiras de diferentes grosores, lo suficientemente largas para que se superpongan con las demás capas. Las doblamos a la mitad y comenzamos a pegarlas de abajo hacia arriba. ¿Cómo? Pasamos la tira hasta ubicar la vara en el doblez, unas gotas de pegamento en el centro, en las puntas y presionamos. Seguimos el mismo procedimiento hasta llenar los cuatro “niveles” (lo ideal para poder hacer esto es colgar la lámpara de algún soporte que nos permita trabajar cómodamente).

Una vez terminada, podemos colocársela a un porta lámparas, o bien, con ayuda de alambre o de cadena podemos sujetarla a algún plafón. Si a alguien se le ocurre otra forma ¡no duden en compartirlo!

Fuente Imágenes: Living on the Chic

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